La artroscopia de rodilla es uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentes de la traumatología, y permite el diagnóstico preciso de las lesiones de ligamentos y meniscos, la detección y gradación de las lesiones de cartílago, y el tratamiento mínimamente invasivo de estas lesiones y de algunas fracturas de rótula y tibia.
Este procedimiento, muy beneficioso para el enfermo dado que es menos invasivo, exige sin embargo del cirujano una amplia experiencia, un conocimiento preciso de las estructuras anatómicas y un instrumental desarrollado específicamente para cada caso.
Indicaciones:
- Lesión del ligamento cruzado anterior
- Lesión del ligamento cruzado posterior
- Rotura de menisco
- Condropatía rotuliana (condromalacia rotuliana)
- Lesión de cartílago
- Fracturas intraarticulares
- Sinovectomías
- Osteocondritis disecante (en casos concretos)
- Implante de cartílago (en casos concretos)